Ahora mismo es imposible pensar en un Lobezno que no esté interpretado por Hugh Jackman en la gran pantalla, el actor lleva ligado al personaje desde que se estrenó la primera película de X-Men a principios de los 2000.
La elección de Jackman resultó ser un acierto, pero ¿sabías que el actor no fue la primera opción? Un aspecto del físico del australiano estuvo a punto de dejarlo fuera del papel más importante de su vida.
Un casting problemático para Lobezno
Todo comenzó a finales de los 90, cuando el estudio se encontraba trabajando en la fase de preproducción de X-Men, que justamente coincidió con los preparativos de la secuela de la exitosa Misión Imposible.
Este hecho influenció al estudio a decantarse por el actor Dougray Scott como primera opción para interpretar al feroz Lobezno, al mismo tiempo que le ponía las cosas difíciles al bueno de Ethan Hunt en Misión Imposible, pero las cosas no salieron según lo planeado.
Tom Cruise no estaba de acuerdo con que Scott compartiese ambos proyectos, por lo que se negó rotundamente a que el actor apareciese en X-Men, dejando a los productores de la cinta de los mutantes totalmente vulnerables y con el tiempo en su contra para encontrar un sustituto adecuado.
En una reciente entrevista con el medio Entertainment Weekly, Kevin Feige ha declarado como se vivió aquel problema desde dentro de la productora:
Hubo una lucha para conseguir a nuestro Wolverine. Lauren estaba muy emocionada con este australiano, que había sido rechazado inicialmente. Según recuerdo, una de las razones principales era que era demasiado alto. En los cómics, a Wolverine a veces lo llaman ‘Lil’ Fireplugs’. Es un tipo bajito. Pero estaban desesperados
Kevin Feige
Hugh Jackman consiguió estar a la altura
Hugh Jackman fue descartado en una primera entrevista de casting debido a que mide 1,90 metros, esta altura le convierte en uno de los actores más altos de la producción cuando su personaje es considerado el miembro de los X-Men más bajito, pero debido al inconveniente con Scott, el actor australiano volvió a ser citado para realizar una segunda prueba que, en palabras de Jackman, no le dejó muy buena sensación:
Le dije: ‘Kevin, todos sabemos que no voy a conseguir el papel. No tienes que invitarme a cenar’. Pero no, se sentó y cenó un bistec conmigo y luego me llevó al aeropuerto. Nunca lo olvidaré. Fue de lo más amable. Pensé, nunca volveré a verle
Hugh Jackman
El resto es historia, el incidente con el casting que inicialmente se convirtió en un dolor de cabeza, acabó convirtiéndose en una elección de lo más acertada. Hugh Jackman consiguió ser un lobezno a la altura cuya carisma superó prácticamente la del resto de actores de la película.
En una industria en la que son cada vez más comunes los recast, remakes y reboots, el actor sigue interpretando al icónico Lobezno en Deadpool y Wolverine, 24 años después de la primera aparición del personaje en la gran pantalla.
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