Crítica de Joker: Folie à Deux (2024): ¿Una secuela necesaria?

DC Comics dio de qué hablar hace cinco años con Joker (2019), dirigida por Todd Phillips. Esta aclamada cinta, que se adentra en la mente del emblemático villano de superhéroes, le valió Joaquín Phoenix el Oscar a Mejor Actor y otro a Mejor Banda Sonora al estudio.

Tras su éxito en taquilla y a nivel de audiencia, se anunció una secuela, Joker: Folie à Deux (2024), situación que generó controversia debido a que muchos consideraban que la historia de Arthur Fleck debía haber quedado como una película independiente.

Con el tiempo, a esta producción se sumó Lady Gaga como Harleen Quinzel y también se reveló que la secuela sería un musical, lo que generó una duda importante: ¿Cómo resultaría esto? Si quieres saberlo, acompáñame en los siguientes puntos de esta crítica libre de spoilers para conocer la respuesta.

Joker y Todd Phillips, el efecto de la primera entrega

Si Joker exploró el origen del payaso más icónico desde una perspectiva psicológica, Joker: Folie à Deux se centra en el romance. De igual manera, se destaca la dualidad entre Arthur Fleck y el Joker, y su notable cambio radical en la narrativa al presentarse como un musical.

Por segunda vez, Phillips nos hace empatizar con Arthur Fleck a través de las increíbles facciones de Phoenix, que refleja las dos caras de sus personalidades y su psicología como una sombra. Este tema recurrente es una crítica sobre cómo la sociedad puede corromper a una persona.

En esta historia, se muestran las consecuencias de las muertes que ocasionó el Joker, quien ahora está recluido en el Asilo Arkham y debe enfrentarse a la Ley de Gotham City: los policías y sus compañeros encarcelados, quienes ahora son parte de la nueva atmósfera.

Dicho esto, hay que aclarar que no todo es bueno, pues el principal problema de la cinta reside en que se vuelve repetitiva, sin ofrecer nada que no hayamos visto anteriormente, pues todo se basa en lo que pasó en la primera.

Adicionalmente, es interesante cómo toma partes de inspiración en casos criminales reales: es un acierto de parte de Phillips.

¿El musical funciona en esta película?

En escena, Lady Gaga como Harley Quinn lo hace bien en su actuación—para sorpresa de nadie—especialmente cuando canta, mientras que Phoenix tiene sus coreografías y también puede lucir en una que otra escena de estas.

A nivel de producción, los escenarios, la vestimenta y la iluminación acompañan muy bien a las secuencias de música, lo que da una frescura que se siente bien para una película del Joker.

El musical no es la barrera principal de esta cinta, ya que refleja los intereses de los protagonistas y sirve como un tipo de motor para la trama.

No obstante, y aunque al principio puedes comprender la razón por la que cantan de forma constante, llega un punto en que te puedes cansar, pues no todas las canciones son llamativas, lo que hace que te preguntes: ¿por qué siguen cantando cuando la película no ha ofrecido mucho?

Un veredicto para pensar

En resumidas cuentas, Joker: Folie à Deux tiene una narrativa repetitiva que prolonga lo sucedido en la entrega del 2019. Hace que una migaja de acción se sienta como cuando estás en el desierto y te ofrecen un vaso de agua: excelente, pero dejando un deseo de más.

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Por Yael Lopez

Gaga y Phoenix lo hacen bien: su dúo no decepciona. La calidad de fotografía se mantiene, al igual que los colores y la espléndida banda sonora. Aparte, cuenta con una decisión que te deja con dos opciones: la terminas odiando o amando.

Debo mencionar que no me pareció el despropósito del año, pero tampoco me encantó: sentimientos mezclados.