Crítica de Venom: The Last Dance (2024): ¿Es buena o extremadamente mala?
Venom y Tom Hardy realizan su último baile, pero ¿La tercera será la vencida?
Hay que ser realistas, después de dos películas de Venom que fracasaron estrepitosamente, era difícil que una tercera entrega como Venom: The Last Dance (2024), dirigida por Kelly Marcel, genere grandes expectativas o revitalice el género de superhéroes.
Esto último, como es evidente, provocó que la película tuviera reacciones mixtas, y si bien es cierto que a Sony Pictures tampoco le ha ido bien en su intento de crear un universo con los villanos de Spider-Man (pues estos han terminado siendo objeto de memes), es importante responder una pregunta: ¿Es Venom 3 mala o muy buena?
Como siempre, nuestras críticas están libres de spoilers y te invitamos a acompañarnos en los siguientes puntos para evaluar si, al menos, ha mejorado en algo o si ha empeorado.
Eddie Brock y Venom, los mejores amigos
Las películas de Venom se han caracterizado por no definir claramente su tono, oscilando entre la comedia, la seriedad y la falta de visión a futuro del Sonyverso. En esta misma línea, la decisión de evitar una clasificación R siempre les ha jugado en contra, y esta nueva cinta repite los mismos errores.
A pesar de todo, Tom Hardy como Eddie Brock sigue siendo lo más destacable, es carismático y caótico, además de que muestra una gran química con el simbionte, a diferencia de su reparto. Como es evidente, no se le puede culpar de todos los fallos, pues el estudio jamás le ha ofrecido un guion sólido que aproveche su potencial, y por tercera vez somos testigos de ello.
Ver a Eddie y a Venom en fuga es una hazaña repleta de explosiones y sangre. En la cinta ambos son perseguidos por sus respectivos mundos: los oficiales y Knull. Su relación es más cohesiva, sin las tensiones que marcaron su secuela.
El humor intenta aterrizar, pero nunca llega a un punto medio, quedándose en un limbo entre funcionar y no.
El mayor desperdicio de la película
Si la película se hubiera mantenido con el tono de sus primeros minutos, antes que se mostrará el logo de Marvel Cómics, habría resultado completamente diferente.
Knull es el personaje más desaprovechado que he visto en todo el año en una película de Marvel, y eso es decir mucho. Ni siquiera podemos apreciar la actuación de quien lo interpreta. Su diseño es impresionante y cuando aparece, se roba las escenas, pero tristemente, su presencia termina siendo un desperdicio total.
Los Xenofagos, criaturas que parecen insectos, cazan simbiontes y son enviados por Knull, son algo genéricos y repetitivos, recordando lo que ocurrió con los D’Bari de X-Men: Dark Phoenix (2019) y los Desviants de Eternals (2021).
Los aspectos generales de Venom: The Last Dance
El principal problema con Venom: The Last Dance es que en el primer y segundo acto hay un desbalance de ritmo y en el desarrollo de personajes. A lo largo de los minutos, se presentan varios científicos que trabajan en el Área 51, y aunque se profundiza un poco en una de ellas, todo resulta confuso.
Asimismo, conocemos a una familia que ayuda Eddie. Ellos se dirigen al área prohibida, y aunque tienen el potencial de añadir ternura ante el caos que viven los dos, terminan siendo tan intrascendentes que te preguntas qué tanto aportan a la historia.
Afortunadamente para la película, todo cambia en el tercer acto, cuando la acción se vuelve inminente, el universo de Venom vuelve a deslumbrar—lo que brinda una sensación de frescura—y se logra un buen nivel de concentración entre la película y el espectador, algo que los otros actos no consiguieron por completo.
Igualmente, es importante resaltar que Venom 3 no cumple su potencial emocional, y esto termina sintiéndose más anticlimático que otra cosa.
La crítica final sobre el último baile de Venom
Personalmente, he de decir que me gustó más Venom: The Last Dance en comparación con las anteriores (principalmente por su tercer acto). Sin embargo, tampoco es mucha la diferencia, ya que todas padecen del mismo mal: villanos genéricos, narrativas débiles, humor algo forzado y personajes secundarios que no importan.
En términos generales, en la tercera entrega los efectos especiales han mejorado, la química entre el ser humano y el extraterrestre negro es memorable, y la acción que nos ofrecen está bien.
Espero que, si esta fue una verdadera despedida (como lo insinúa el título), se reevalúen todos los aspectos mejorables en este universo con el fin de que sea mejor.
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