Blade ahora mismo es el proyecto maldito de Marvel. Mahershala Ali, el que será el protagonista de la nueva película del personaje, no para de luchar para tratar de sacarla adelante, pero no para de tener un desafío tras otro.
No solo esta película, sino que, ya en 2006, Marvel hizo una serie sobre este personaje en un intento de que fuera una continuación de la saga de películas, pero fue un fracaso del que nadie se acuerda hoy.
El personaje es muy interesante, un vampiro cazador de vampiros, y después de que las películas de Wesley Snipes funcionaran bastante bien (sin contar Blade Trinity, por supuesto), ¿Por qué está serie no? Cayó en el olvido de tal forma que casi ningún fan de Marvel sabe de su existencia, y tiene su justificación.
El mal uso del presupuesto
Por el hecho de ser una serie de Marvel, contaban con un presupuesto más que decente, pero aun así, parecía todo lo contrario. A pesar de que los vampiros a los que se enfrentaba Blade eran poderosos, los llamados pura sangre, conseguía acabar con ellos con poco esfuerzo, haciendo que la serie careciese de algo de intensidad.
Los efectos especiales, el decorado y otras cuestiones técnicas, las cuales son las que más suelen destacar en los proyectos de Marvel, aquí apenas deslumbran, rozando, incluso, la cutrez. Si a ello le sumamos que las escenas de acción dejaban mucho que desear, salvo la pelea final, pues pocas cosas buenas se pueden sacar de la serie.
Por más que la historia y el personaje sean llamativos, si no consiguen que la acción sea más o menos decente, ni todo lo técnico en general, es difícil mantener la atención del espectador. Después de gastarse ese dinero y no obtener más que malas críticas y decepción por parte de los fans, continuar la serie era inviable.
Un protagonista que no estuvo a la altura
Wesley Snipes hizo un gran trabajo con el personaje en Blade I y Blade II, supo manejar muy bien al personaje y tanto el público como los críticos estaban muy conformes con su trabajo. Consiguió hacerse con el cazador de vampiros de manera impecable, estar a la altura era complicado.
Después de haber disfrutado tanto de Snipes en la trilogía, todos los fans esperaban ver un actor que, aunque no llegase a su nivel, también fuese capaz de llevar a este personaje a lo más alto después del desastre de Blade Trinity, pero nada más lejos de la realidad.
Sticky Fingaz, un rapero estadounidense, dio vida a Blade de la forma más uniforme y monótona posible. Su actuación carecía de profundidad emocional, ofreciendo así a un protagonista plano y superficial que no aportaba prácticamente nada. No tenía carisma, no transmitía nada, haciendo que ver los episodios fuera hasta pesado.
La forma en la que decía los diálogos parecía hasta mecánica, como si lo estuviese leyendo en el mismo momento, conectar con este personaje era prácticamente una misión imposible para la audiencia, pasando de tener 2.5 millones de espectadores en el primer episodio, a decaer por completo.
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