Estrenada en 2017, Star Wars: The Last Jedi se convirtió rápidamente en la cinta más polémica de la historia de la saga galáctica. Algo que ya es decir mucho, teniendo en cuenta cómo cada nueva entrega de la franquicia tiende a levantar ampollas.
Sin embargo, debido al tratamiento de Luke Skywalker y su relación con los Jedi y la Nueva República, fueron muchos los que salieron descontentos de la sala de cine, reclamando que aquella película fuera eliminada del canon. Algo que, como es de esperar, nunca sucedió.
El debate continúa a día de hoy, y lo cierto es que incluso el propio Mark Hamill, quien da vida al héroe galáctico desde 1977, se ha sumado al mismo. Pues, según ha explicado, no se encuentra demasiado contento con el rumbo que tomó la saga.
Esto era lo que Mark Hamill quería para Luke Skywalker
En The Last Jedi, asistimos al primer encuentro entre Rey y un Luke Skywalker que poco o nada se parece al campeón que recordamos. Es un ermitaño solitario y sin amigos, que ha rechazado la filosofía de los Jedi y se opone a los principios que alguna vez predicó.
Este cambio de paradigma fue la causa de que muchos acabaran odiando la película, pues, aunque Luke se redime al final de la historia, gran parte del público llegó a considerar que la historia del personaje había sido mancillada.
Ahora, Mark Hamill ha explicado en el podcast Bullseye que, aunque estaba de acuerdo con parte del argumento establecido en la cinta, tenía otras ideas que, en su opinión, habrían mejorado la historia de Luke Skywalker en Episodio VIII.
El oscuro final de Luke Skywalker, según Mark Hamill
Para Mark Hamill, la historia de Luke en las secuelas no habría sido tan diferente. Sin embargo, existía un elemento diferencial: una mujer entraba en la vida del protagonista por antonomasia de la saga.
Era esto y no la posible caída al lado oscuro de Ben Solo lo que impulsa el odio y la incertidumbre de Luke, llegando hasta el extremo de renunciar a ser Jedi por amor y engendrar un hijo. Pero, en algún momento, el niño tomaba por accidente un sable de luz y, al encenderlo, moría.
Esto provocaba que la esposa de Luke, superada por la tristeza, se quitara la vida. El resto, según explica Mark Hamill, habría tenido un rumbo similar a lo que se acabó viendo. Sin embargo, esta hipotética historia es mucho más retorcida y macabra de lo que The Last Jedi planteó, quizá incluso demasiado para una saga familiar como Star Wars.
